RELIGIOSIDAD POPULAR
RELIGIÓN; Relación, Religación con Dios. Filológicamente, dice Arago, la palabra Religión deriva de la palabra latina RELIGIO. La etimología de dicha palabra sigue siendo algo incierta. Los especialistas se inclinan unos, por la derivación de la raíz RELIGERE, con lo que significaría el “cuidado y atención que se pone en observar todo lo referente a las cosas divinas (Cicerón). Otros como Lactancio, S. Agustín y Sto. Tomas, prefieren hacerla derivar de la voz RELIGARE, que equivale a atar, hacer dependiente o relacionar.
En realidad las dos derivaciones latinas se complementan mutuamente: la primera hace hincapié en el cuidadoso comportamiento exterior del hombre, en la normas, en las observancias preceptúales o rituales; la segunda pone acento las disposiciones internas del hombre, en la ligazón interna del hombre con Dios.
Estamos aquí frente a dos aspectos: uno OBJETIVO, suma de creencias, de ritos y acciones varias en que se expresa la dependencia frente al ser supremo; otro SUBJETIVO, actitud humana por la cual se reconoce y acepta la dependencia ante esas fuerzas divinas.
Los elementos esenciales de la Religión en su aspecto objetivo son:
- Reconocimiento de un poder o poderes que no dependen de nosotros - Reconocimiento existencial de dependencia frente a esos poderes - Entrar de alguna manera en relación con esos poderes en forma personal o social.
Aún cuando los conceptos de Religión y Religiosidad se usan frecuentemente como sinónimos, técnicamente son diversos. La Religión significa realidad religiosa objetiva, la Religiosidad es la realidad religiosa Subjetiva. La Religión es universal, la Religiosidad es individual y diversa según la manera de ser de cada hombre o de un grupo o de un pueblo. La Religión viene a ser así, el aspecto universal objetivo y, si se quiere, estático de las relaciones del hombre con Dios.
La religiosidad es la faceta subjetiva, personal, dinámica de estas mismas relaciones. Religiosidad es el aspecto interior de la vivencia que convierte la realidad objetiva en algo vital, en una verdadera apropiación personal. Por eso la religiosidad es la expresión del homenaje de adoración, confianza y amor ante el Ser supremo e implica la participación de toda la personalidad humana, que pone en juego sus diversas funciones psíquicas y su mismo componente físico o fisiológico.
La religiosidad está constituida por ideas, creencias, conocimientos, emociones e impulsos, procesos de voluntad y actos, de opiniones y disposiciones a la acción, que se unen en una organización relativamente estable que podrán tener sus respectivas manifestaciones en grupos o pueblos, de acuerdo a su idiosincrasia y cultura.
Por religión del Pueblo, religiosidad popular o piedad popular, dice puebla: “entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios de las actitudes básicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan”. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la Religión adopta en un pueblo determinado. La Religión del Pueblo latinoamericano en su forma cultural mas característica, es expresión de la Fe Católica, es un catolicismo popular, y dentro de ello encontramos aspectos positivos: un acervo de valores que responden con
sabiduría Cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. Conlleva creadoramente lo divino y lo humano ; Cristo y Maria, espíritu y cuerpo; comunión e institución; persona y comunidad; Fe y Patria; inteligencia y afecto. Esa sabiduría es un humanismo Cristiano que afirma radicalmente la dignidad de toda persona como Hijo de Dios, establece una fraternidad fundamental, enseña a encontrar la naturaleza y a comprender el trabajo y proporciona las razones para la alegría y el
humor, aún en medio de una vida muy dura. Esa sabiduría establece para el pueblo un principio de discernimiento, un instinto Evangélico por el que capta espontáneamente cuando se sirve en la Iglesia al Evangelio y cuando se lo vacía y asfixia con otros intereses. A su vez tiene aspectos negativos: La piedad popular no ha logrado impregnar adecuadamente o no ha logrado la evangelización de algunos grupos autóctonos o de origen nativo, que por su parte poseen riquísimos
valores y guardan semillas del Verbo en espera de la palabra viva. La religiosidad popular no se ha expresado suficientemente en las organizaciones de las sociedades y estados, permaneciendo presentes grandes injusticias sociales.
Por falta de atención religiosa y por otros complejos factores, la religiosidad popular muestra en ciertos casos signos de desgaste y deformación: aparecen sustitutos aberrantes y sincronismos regresivos; la religión popular sufre desde hace tiempo, por el divorcio entre elites y pueblo. Eso significa que le falta educación, catequesis y dinamismo; los aspectos negativos son de diverso origen: De tipo ancestral: superstición, magia, fatalismo, idolatría del poder, fetichismo y
ritualismo.
RELIGIÓN; Relación, Religación con Dios. Filológicamente, dice Arago, la palabra Religión deriva de la palabra latina RELIGIO. La etimología de dicha palabra sigue siendo algo incierta. Los especialistas se inclinan unos, por la derivación de la raíz RELIGERE, con lo que significaría el “cuidado y atención que se pone en observar todo lo referente a las cosas divinas (Cicerón). Otros como Lactancio, S. Agustín y Sto. Tomas, prefieren hacerla derivar de la voz RELIGARE, que equivale a atar, hacer dependiente o relacionar.
En realidad las dos derivaciones latinas se complementan mutuamente: la primera hace hincapié en el cuidadoso comportamiento exterior del hombre, en la normas, en las observancias preceptúales o rituales; la segunda pone acento las disposiciones internas del hombre, en la ligazón interna del hombre con Dios.
Estamos aquí frente a dos aspectos: uno OBJETIVO, suma de creencias, de ritos y acciones varias en que se expresa la dependencia frente al ser supremo; otro SUBJETIVO, actitud humana por la cual se reconoce y acepta la dependencia ante esas fuerzas divinas.
Los elementos esenciales de la Religión en su aspecto objetivo son:
- Reconocimiento de un poder o poderes que no dependen de nosotros - Reconocimiento existencial de dependencia frente a esos poderes - Entrar de alguna manera en relación con esos poderes en forma personal o social.
Aún cuando los conceptos de Religión y Religiosidad se usan frecuentemente como sinónimos, técnicamente son diversos. La Religión significa realidad religiosa objetiva, la Religiosidad es la realidad religiosa Subjetiva. La Religión es universal, la Religiosidad es individual y diversa según la manera de ser de cada hombre o de un grupo o de un pueblo. La Religión viene a ser así, el aspecto universal objetivo y, si se quiere, estático de las relaciones del hombre con Dios.
La religiosidad es la faceta subjetiva, personal, dinámica de estas mismas relaciones. Religiosidad es el aspecto interior de la vivencia que convierte la realidad objetiva en algo vital, en una verdadera apropiación personal. Por eso la religiosidad es la expresión del homenaje de adoración, confianza y amor ante el Ser supremo e implica la participación de toda la personalidad humana, que pone en juego sus diversas funciones psíquicas y su mismo componente físico o fisiológico.
La religiosidad está constituida por ideas, creencias, conocimientos, emociones e impulsos, procesos de voluntad y actos, de opiniones y disposiciones a la acción, que se unen en una organización relativamente estable que podrán tener sus respectivas manifestaciones en grupos o pueblos, de acuerdo a su idiosincrasia y cultura.
Por religión del Pueblo, religiosidad popular o piedad popular, dice puebla: “entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios de las actitudes básicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan”. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la Religión adopta en un pueblo determinado. La Religión del Pueblo latinoamericano en su forma cultural mas característica, es expresión de la Fe Católica, es un catolicismo popular, y dentro de ello encontramos aspectos positivos: un acervo de valores que responden con
sabiduría Cristiana a los grandes interrogantes de la existencia. Conlleva creadoramente lo divino y lo humano ; Cristo y Maria, espíritu y cuerpo; comunión e institución; persona y comunidad; Fe y Patria; inteligencia y afecto. Esa sabiduría es un humanismo Cristiano que afirma radicalmente la dignidad de toda persona como Hijo de Dios, establece una fraternidad fundamental, enseña a encontrar la naturaleza y a comprender el trabajo y proporciona las razones para la alegría y el
humor, aún en medio de una vida muy dura. Esa sabiduría establece para el pueblo un principio de discernimiento, un instinto Evangélico por el que capta espontáneamente cuando se sirve en la Iglesia al Evangelio y cuando se lo vacía y asfixia con otros intereses. A su vez tiene aspectos negativos: La piedad popular no ha logrado impregnar adecuadamente o no ha logrado la evangelización de algunos grupos autóctonos o de origen nativo, que por su parte poseen riquísimos
valores y guardan semillas del Verbo en espera de la palabra viva. La religiosidad popular no se ha expresado suficientemente en las organizaciones de las sociedades y estados, permaneciendo presentes grandes injusticias sociales.
Por falta de atención religiosa y por otros complejos factores, la religiosidad popular muestra en ciertos casos signos de desgaste y deformación: aparecen sustitutos aberrantes y sincronismos regresivos; la religión popular sufre desde hace tiempo, por el divorcio entre elites y pueblo. Eso significa que le falta educación, catequesis y dinamismo; los aspectos negativos son de diverso origen: De tipo ancestral: superstición, magia, fatalismo, idolatría del poder, fetichismo y
ritualismo.

