AMAMOS CUANDO SERVIMOS A LOS DEMÁS
El amor se expresa en el servicio. Servir es darse a los demás, Cada uno según su realidad y sus posibilidades. Servir es estar atento a las necesidades materiales y espirituales de nuestros hermanos.
En el servicio el amor se hace concreto Un medio para hacer concreto nuestro amor al prójimo son las Obras de Misericordia. Las obras de misericordia son las acciones de caridad y amor que los hombres practican para socorrer al prójimo en sus necesidades. Son de dos clases: Corporales y Espirituales.
Obras de Misericordia Corporales: Son las que nos permiten ayudar al prójimo en sus necesidades físicas. Son siete.
Dar de comer al hambriento, Dar de beber al sediento, Ayudar a los pobres, material e espiritualmente, es un privilegio porque en cada uno de ellos está Jesús.
“cuando negáis a uno de mis hermanos mas pequeños, me lo hacéis a mí”.
Mateo 25, 39-40
Vestir al desnudo Es compartir con los que no tienen aquello que necesitan para vestirse con decoro y dignidad.
Dar posada al peregrino. Si una persona llega a tu casa de visita o para quedarse, debes recibirla con cariño y hacer que se sienta alegre y bien acogida.
Esta persona que es imagen de Jesús te lo agradecerá: “Porque fui peregrino y me acogiste”. Mateo. 25.15
Visitar a los Enfermos. La visita a un enfermo es signo de preocupación, cariño y solidaridad.
Trata de hacerlo siempre porque ayudarás al enfermo a mejorar, dándole momentos de alegría. Luego el Señor Jesús te dirá: “Estuve enfermo y me visitaron”.
Mateo 25, 35.
Enterrar a los muertos. Los cristianos sabemos que la persona que muere resucitará. Pero hasta que llegue ese día tenemos la obligación de darle cristiana sepultura y rezar por ella.
Visitar a los presos. Si no es posible realizar esta obra, porque eres pequeño. Pero si puedes rezar por los presos para que encuentren el camino de la verdad.
“Estuve preso y vinisteis a mí” Mateo 25,35.
Obras de Misericordia Espirituales: Son las que nos permiten ayudar al prójimo en sus necesidades espirituales. Son siete.
Enseñar al que no sabe. Si nosotros sabemos algo y alguien no sabe debemos enseñarle cuando nos pide ayuda.
Corregir al que yerra. Se debe aconsejar al que se equivoca, al que comete algún error, al que necesita de alguna orientación. Jesús nos enseña a hacerle notar su error al otro, pero a solas: “Si tu hermano está en el error anda y repréndeselo a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado un hermano”. Mateo. 18, 25.
Consolar al triste. Si una persona sufre, acércate y comunícale tu solidaridad y esperanza con palabras o gestos.
Dar buen consejo al que lo necesite, Si alguien viene a pedirte un consejo debes ofrecerle tu consejo con sencillez y bondad.
Sufrir con paciencia las molestias de nuestro prójimo.
Todos cometemos errores. Es una gran obra de misericordia tolerarnos unos a otros las molestias que ocasionamos.
Pero esto no significa que no busquemos ser mejores o que no corrijamos a las personas que incurren en falta. Nuestros padres, maestros, tutores y autoridades tienen obligación de hacerlo.
Perdonar las injurias Es tan importante para Jesús el perdón que lo incluye en el Padre Nuestro y nos exhorta a hacerlo como condición para que podamos ser perdonados: “Si ustedes perdonan a otros sus faltas también los perdonará a ustedes su Padre Celestial, pero si no perdonan a los hombres las faltas, tampoco su Padre perdonará sus pecados” Mateo 6,14.
Rogar por los vivos y los muertos.
Todos los cristianos debemos recordar con cariño a todas las personas vivas y rezar por las difuntas para que gocen de la presencia de Dios.
El amor se expresa en el servicio. Servir es darse a los demás, Cada uno según su realidad y sus posibilidades. Servir es estar atento a las necesidades materiales y espirituales de nuestros hermanos.
En el servicio el amor se hace concreto Un medio para hacer concreto nuestro amor al prójimo son las Obras de Misericordia. Las obras de misericordia son las acciones de caridad y amor que los hombres practican para socorrer al prójimo en sus necesidades. Son de dos clases: Corporales y Espirituales.
Obras de Misericordia Corporales: Son las que nos permiten ayudar al prójimo en sus necesidades físicas. Son siete.
Dar de comer al hambriento, Dar de beber al sediento, Ayudar a los pobres, material e espiritualmente, es un privilegio porque en cada uno de ellos está Jesús.
“cuando negáis a uno de mis hermanos mas pequeños, me lo hacéis a mí”.
Mateo 25, 39-40
Vestir al desnudo Es compartir con los que no tienen aquello que necesitan para vestirse con decoro y dignidad.
Dar posada al peregrino. Si una persona llega a tu casa de visita o para quedarse, debes recibirla con cariño y hacer que se sienta alegre y bien acogida.
Esta persona que es imagen de Jesús te lo agradecerá: “Porque fui peregrino y me acogiste”. Mateo. 25.15
Visitar a los Enfermos. La visita a un enfermo es signo de preocupación, cariño y solidaridad.
Trata de hacerlo siempre porque ayudarás al enfermo a mejorar, dándole momentos de alegría. Luego el Señor Jesús te dirá: “Estuve enfermo y me visitaron”.
Mateo 25, 35.
Enterrar a los muertos. Los cristianos sabemos que la persona que muere resucitará. Pero hasta que llegue ese día tenemos la obligación de darle cristiana sepultura y rezar por ella.
Visitar a los presos. Si no es posible realizar esta obra, porque eres pequeño. Pero si puedes rezar por los presos para que encuentren el camino de la verdad.
“Estuve preso y vinisteis a mí” Mateo 25,35.
Obras de Misericordia Espirituales: Son las que nos permiten ayudar al prójimo en sus necesidades espirituales. Son siete.
Enseñar al que no sabe. Si nosotros sabemos algo y alguien no sabe debemos enseñarle cuando nos pide ayuda.
Corregir al que yerra. Se debe aconsejar al que se equivoca, al que comete algún error, al que necesita de alguna orientación. Jesús nos enseña a hacerle notar su error al otro, pero a solas: “Si tu hermano está en el error anda y repréndeselo a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado un hermano”. Mateo. 18, 25.
Consolar al triste. Si una persona sufre, acércate y comunícale tu solidaridad y esperanza con palabras o gestos.
Dar buen consejo al que lo necesite, Si alguien viene a pedirte un consejo debes ofrecerle tu consejo con sencillez y bondad.
Sufrir con paciencia las molestias de nuestro prójimo.
Todos cometemos errores. Es una gran obra de misericordia tolerarnos unos a otros las molestias que ocasionamos.
Pero esto no significa que no busquemos ser mejores o que no corrijamos a las personas que incurren en falta. Nuestros padres, maestros, tutores y autoridades tienen obligación de hacerlo.
Perdonar las injurias Es tan importante para Jesús el perdón que lo incluye en el Padre Nuestro y nos exhorta a hacerlo como condición para que podamos ser perdonados: “Si ustedes perdonan a otros sus faltas también los perdonará a ustedes su Padre Celestial, pero si no perdonan a los hombres las faltas, tampoco su Padre perdonará sus pecados” Mateo 6,14.
Rogar por los vivos y los muertos.
Todos los cristianos debemos recordar con cariño a todas las personas vivas y rezar por las difuntas para que gocen de la presencia de Dios.
actividades.-
1. Elabora una cruz categorial, en la que se escriban las 7 obras de misericordia espirituales y las corporales.
2. Explica mediante un gráfico una obra de misericordia espiritual y corporal.
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